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La teoría del todo

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Si algo tiene de hermoso la física es lo increíblemente imaginativa y loca que puede llegar a a ser. Durante centenares de años nos hemos esforzado como especie en ampliar nuestro conocimiento siguiendo dos vías completamente distintas, la de explorar lo inmensamente grande y lo infinitesimalmente pequeño.

El primer camino es el de los astrónomos y cosmólogos. En una aventura colectiva sin parangón, que dura ya varios siglos y en la que hemos cambiado la imagen que tenemos sobre nosotros mismo y sobre nuestro rol en el universo, si es que realmente tiene sentido que tengamos alguno. De ocupar el centro de un universo estático y estar hechos a imagen y semejanza de Dios, hemos pasado a ser una especie más, que se ubica en un planeta más, en las afueras de una galaxia más, en un universo que se expande. Quizás no deberíamos darnos tanta importancia en nuestras pequeñas miserias…

En el proceso nos hemos maravillado de las delicias que para nuestro espíritu explorador nos reservaba el universo: infinitas galaxias de formas elegantes, planetas hermosos, con las condiciones más increíblemente variables en su superficie, nebulosas de colores que nos hacen volar la imaginación…, y el premio gordo, la vida más allá de la tierra, esperándonos quizás en una helada luna de Jupiter.

Nuestra exploración de la otra vía, la del mundo microscópico, no ha sido menos fascinante. Como niños que abren una matrioska, hemos ido penetrando en un mundo ajeno a nuestra experiencia y a nuestra intuición, el de los átomos y el de la física que los rigen, la mecánica cuántica. En este mundo de Alicia, lo extraño es norma, con objetos que parecen comportarse de una forma y su contraria a la vez. Esta teoría ha sido comprobada una y otra vez con una precisión sin precedentes, pero escapa a nuestra comprensión intuitiva, como si fuera la obra de un chamán drogado. En nuestro empeño de entender el mundo desde su base, hemos llegado a la gran simplificación: con cuatro fuerzas, unos pocos quarks, electrones y alguna partícula más somos capaces de describir todo el mundo material que nos rodea. Un logro absolutamente impresionante si pensamos que en 1900 muchos químicos aún negaban la existencia de los átomos.

Los físicos adoran la sencillez y la elegancia en sus modelos del mundo, y cuando utilizan estos criterios estéticos en el planteamiento de sus teorías, suelen acertar. Einstein lo hacía sistemáticamente.

Sin embargo, hay algo que no es hermoso en nuestro planteamiento actual del cosmos. La relatividad general y la cuántica simplemente no encajan. Es como si explicarán, una de espaldas a la otra, aspectos distintos de la realidad. Tiene que haber más debajo, algo sencillo y elegante, de forma que las dos grandes teorías sean solo una expresión aplicable a ciertas escalas espaciales y temporales. Los dos mundos, el de lo inabordablemente grande y el subatómico, por muy profundamente distintos que parezcan, deben estar íntimamente ligados. Esa es la obsesión de la física teórica desde hace décadas, encontrar una “teoría del todo” capaz de unificar estas dos catedrales del ingenio humano, y si es posible hacerlo en la forma de algo sencillo.

Esta unificación, una teoría del todo, como la llaman los físicos es el mayor reto intelectual que la humanidad ha abordado, y se nos sigue resistiendo. En el empeño de avanzar nos hemos ido dotando de instrumentación cada vez más sofisticada para explorar esto dos mundos. El año pasado tuve el privilegio de poder visitar el CERN, el mayor experimento de la historia, y los telescopio de La Palma, aquí en España. En esta isla está el mayor telescopio de mundo, el Grantecan, parcialmente construido en nuestro país. Sin duda debería ser un orgullo para nosotros, pero por alguna razón que se me escapa, parece que nadie lo sabe.

Estas son las fotos de aquellas visitas.

 

 

La ruta de las especias

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Que haces cuando no tienes un buen producto para cocinar… lo sazonas en abundancia y ya tienes un plato divertido y sabroso.

La fiebre de Apps para móviles con filtros obedece a ese concepto. Por muchos megapixeles que tengan, los sensores de un móvil dejan mucho que desear en comparación con los de una reflex. En el tema de captadores de luz, el tamaño lo es todo…. y el de los móviles es diminuto.

Y aquí vienen al rescate los famosos filtros. Una foto sosa, tomada por una cámara que no da más de si, se convierte instantáneamente en algo diferente y divertido. Da lo mismo que este saturada, posterizada, o sufra cualquier otra enfermedad del histograma…. es atractiva e, insisto, muy divertida de hacer y de ver.

Además, los resultados se suelen ver en pantalla pequeña, en la del móvil. Esto enmascara aún más las deficiencias técnicas del sensor… y hoy en día los teléfonos dan unos colores maravillosos. Cuando la ves donde hay que verla, en un monitor, la foto pierde muchos puntos por lo general… ¡Pero es que con estas fotos se trata de jugar, no de otra cosa!

Los programas pretende imitar los colores de las antiguas cámaras con lentes de plástico. La Lomo, soviética, es la más famosa y da nombre a todo el estilo fotográfico, la “lomografía”. Es cierto que el abuso de está técnica resulta rápidamente cansino…. y en realidad yo creo que ya se está pasando de moda un poco, pero como complemento te lleva por sitios inesperados… ¡y el móvil siempre lo tienes en el bolsillo!

Descartado Instagram, por su fuerte componente de red social, que a mi me repele bastante (y para darme la razón sus cambios de política en la explotación de las fotos), me quedo con Hipstamatic, que además tiene la gran ventaja de que las fotos no se pueden postprocesar. Y esa es precisamente la gracia, se recupera el apuntar y, venga, ¡lo que salga, como en las cámaras de carrete!. Si, es cierto, luego se pueden retocar con otros programas, en el móvil o en le ordenador, pero yo en este caso me he impuesto una especie de ética conservadora, y me niego a modificarlas. Lo que sale de la cámara, así se queda. Si no, ya no es un juego.

Y a veces es muy divertido…

He subido un portfolio nuevo (“Lomo 2”, en la sección de “inclasificable” de la galería) con unas cuantas fotos tomadas con estos programas y reglas.

¡Reformas!

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¡Estamos de cambios!

Toda la sección “Lugares”, que cuelga del menú principal, ha cambiado por completo. En vez de un pase de diapositivas, que no era sensato para tantas fotos, he puesto miniaturas. Creo que es mucho más navegable y permite acceder a fotos poco visitadas o que simplemente no están en la sección “Galería”.

También he aprovechado y he puesto al día la sección modificada, incluyendo Laos, Vietnam, Camboya e India.

Poco a poco esto va tomando forma…

Feliz año

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Para celebrar el 2013, que como todos sabemos será un gran año (modo sarcasmo en off, que quede claro), he montado una subida masiva de fotos…

Tenéis nuevos portfolios en las secciones de paisajes (India, Vietnam y Laos), retratos (Vietnam, Laos y Camboya), gente (Vietnam, Laos y Camboya), arquitectura (Laos y Camboya) e inclasificable (Vietnam, Laos y Camboya).

Todas las fotos están hechas con la 350D. Ahora me parecen, muchas de ellas, un poco blandas pues me he ido acostumbrando a la 5D mkII, y probablemente el monitor no estuviera del todo bien calibrado cuando las retoqué… pero otras me siguen pareciendo buenas, y todas me traen grandes recuerdos.

Lo dicho, ¡feliz año a todos!