Si una foto no es buena es que no estabas lo suficientemente cerca

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En Menorca, durante las fiestas de la Virgen de Gracia, la gente se mezcla con los caballos en una fiesta donde el sentido común no es precisamente lo que impera.  La ciudad se llena de caballos que hacen cabriolas a dos patas entre una multitud enfervorizada… y, en medio, unos cuanto flipados como yo intentábamos hacer fotos entre todo el jaleo.

El que me convenció de que estaba haciendo el estúpido y que esas cosas son para los locales, que para eso lo llevan haciendo toda la vida, es el caballo de la foto que parece sacada del Infierno. Al posar las patas delanteras, giro en redondo y con los cuartos trasero me mando al suelo, cámara y orgullo incluidos. Una pata la poso realmente cerca de mi mano. Me pone los pelos de punta recordarlo. Tras el aviso me retiré un poquito más lejos, al lado de unas viejecitas muy amables…

Las fotos las hice con el canon 85 mm f/1.8 montado en la 5D MkII. Era noche cerrada y primaba la necesidad de devorar luz, así que abrí a tope el diafragma. Están sin flash, para captar el ambiente de forma más natural. El procesado posterior se basa en dos capas de ps, manteniendo en una algo de información de color y en la otra todo el contraste del blanco y negro. Las fotos son más interesantes ampliadas. Pinchad sobre ellas y luego otra vez en el icono superior derecho. Atención al detalle del ojo del “caballo infernal”. ¡Eso es tener suerte con el foco y lo demás tonterías!

Desde luego esta vez cumplí la máxima de Capa: “si una foto no es buena es que no estabas lo suficientemente cerca”